Miguel Gutiérrez P.
Si un mismo sujeto puede reunir la
pasión por lo real, la inmersión clínica, el deseo por el psicoanálisis y la
locura, Sandor Ferenczi es el círculo perfecto. Discípulo destacado de Freud,
logró asomar la cabeza por encima de su generación de psicoanalistas y no solo
por su osadía.
Nacido en Hungría, hijo de una familia
con ideales políticos de izquierda, intelectuales, trabajó como médico y se
interesó tempranamente en el trabajo de Freud. En el interior del movimiento
psicoanalítico, Ferenczi promovió el análisis del psicoanalista (“Los analistas
deberían estar mejor analizados que los pacientes y no peor” [1932b])
y la necesidad de llevar ese análisis hasta el final. Plantea cuestiones nodales
para el psicoanálisis contemporáneo, como es precisamente la pregunta por el
final de análisis: “El análisis termina de verdad cuando no hay suspensión ni
por parte del médico ni por parte del paciente: el análisis debe morir de agotamiento”
(1928). ¿Qué es lo que se agota al final de la cura? La vigencia de su obra es
absoluta.
Ferenczi es también pionero en la
introducción de modificaciones en la técnica analítica, como sus célebres
“relajación y neocatarsis” y su controvertido “análisis mutuo”. Observa que no
todos los pacientes se acomodan de igual manera al dispositivo analítico. Como
“experto en casos difíciles”, como se hizo conocer (1931), sabía de la psicosis
y de la necesidad de abordarla de manera distinta a los casos tradicionales. Es
su propia pasión por lo real la que lo lleva a introducir modificaciones en la
técnica como intentos de atrapar aquello que se le presentificaba en la
experiencia clínica, que insistía en ella y que, a la vez, se le escapaba.
La relación Freud-Ferenczi tuvo un
desenlace catastrófico. Ferenczi se había analizado con Freud y le reprochaba a
éste no haberlo acompañado en su análisis hasta el final y el no haber
permitido que se desplegara la transferencia negativa. Es a raíz del escrito de
Ferenczi, “Confusión de lenguas entre el adulto y el niño” (1932), que la
ruptura de estos dos analistas se hace inminente. Freud le reprochaba a
Ferenczi estar retornando a la primera teoría traumática de Freud. Fue, a su
vez, la lectura que hicieron las generaciones posteriores de analistas, algunos
para criticar este hecho, algunos para exaltarlo. Lo cierto es que Ferenczi no
retornaba a un primer Freud, sino que introducía una novedad a la que los ojos
y oídos de su tiempo no atendieron y que ha morado silenciosa a lo largo de las
generaciones. Sólo a partir de una relectura rigurosa de la obra de Ferenczi es
posible extraer todas las consecuencias fundamentales de esta “Confusión de
lenguas”, que es precisamente —en la intuición clínica de Ferenczi sobre lo
real—, la dimensión traumática del lenguaje, el propio trauma del lenguaje. Como
dirá luego Ferenczi en ese extraño e irrepetible texto que es su “Diario
clínico” (1932): “La palabra es un relato de la historia del trauma”.
Amado por unos, repudiado por otros,
lo cierto es que Ferenczi se mantuvo fiel a su rigurosidad analítica, y, de
alguna manera, apretó a la totalidad del movimiento analítico contra las
cuerdas, como un fanático religioso que se hace subversivo para la propia
institución de la que parte. Freud (1914) le rendirá homenaje a este analista,
paciente, interlocutor y colega suyo, el autor que más cita a lo largo de toda
su extensa obra: “Hungría, tan próxima
a Austria en lo geográfico y tan distanciada en lo científico, hasta ahora no
ha brindado al psicoanálisis sino un sólo colaborador, S. Ferenczi; pero tal
que vale por toda una sociedad” y, en la nota necrológica de 1933, se refiere a
los escritos de Ferenczi que “hicieron de
todos los analistas sus discípulos”.
Mi libro Confusión de lenguas. Un retorno a Sandor
Ferenczi (2012), publicado recientemente en Argentina, es una invitación a
explorar la pertinente obra de este singular analista, a la luz de los debates
actuales y partiendo de los aportes de Jacques Lacan.
S. Ferenczi y S. Freud |
Referencias
Ferenczi,
S. (1928), El problema del fin de análisis, En: Obras completas, Tomo IV, Espasa-Calpe: Madrid.
Ferenczi,
S. (1931), El análisis infantil en el análisis de adultos, En: Obras completas, Espasa-Calpe: Madrid.
Ferenczi,
S. (1932), Confusión de lengua entre los adultos y el niño. El lenguaje de la
ternura y de la pasión, En: Obras
completas, Espasa-Calpe: Madrid.
Ferenczi,
S. (1932b), Diario clínico, 1985,
Conjetural: Argentina.
Freud, S.
(1914), Contribución a la historia del
movimiento analítico, En: Obras
completas, Amorrortu: Argentina.
Freud, S.
(1933), En memoria de Sandor Ferenczi, En: Obras
completas, Amorrortu: Argentina.
Gutiérrez
Peláez, M. (2012), Confusión de lenguas.
Un retorno a Sandor Ferenczi, EUDEM: Argentina.